top of page

Hagamos Nuestra parte y Dios hara la suya.



Gálatas 5:16-26.

En esos versículos, Dios aclara por medio de la escritura que es difícil complacerlo y agradarlo a el si insistimos en complacer a nuestra carne. Nadie podrá jamás obtener los frutos del Espíritu alimentando la carne, definitivamente Dios tiene mucho poder para hacer trasformaciones en nuestras vidas, pero debes tener presente que hay cosas que Dios puede hacer y lo ara en ti, pero hay otras cosas que deberás tu hacer. Si nosotros no hacemos nuestra parte echaremos a perder nuestras vidas y aremos poco creíble la fe que procesamos, además seremos instrumentos de duda y no de fe.

Jesús dijo que no se echa vino nuevo en odres viejos porque entonces las dos cosas se echarían a perder, pues es igual cuando no morimos a las obras de la carne y esperamos tener los frutos y los dones del Espíritu, sin duda el Espíritu no podría echarse a perder por nuestras obras carnales, pero el deposito que es nuestro cuerpo, alma y espíritu sí. A Dios le interesa conservar las dos cosas el envase y el contenido, es por eso que es de suma importancia hacer nuestra parte que es morir a nuestra carnalidad, nuestras paciones y también a nuestra voluntad.

Cuando decidimos hacer nuestra parte , que Dios haga la de el es lo mas sencillo; sin duda el esta esperando de cada cristiano que de este paso para el dar el toque final de transformación y empoderamiento, Dios desea que expandamos su Reyno viviendo un evangelio eficaz que sea más acción que palabras, un evangelio que traiga cambios al mundo entero, un evangelio trastornador de mundos, el anhela ver en cada cristiano una saeta de poder, pero sin hacer nuestra parte este hermoso plan y deseo no puede realizarse, no porque Dios no tenga poder para hacerlo o le falte voluntad para usarnos en su reino, si no porque nosotros le hemos limitado no haciendo nuestra parte que es morir.

Hasta cuando despertaremos de nuestro sueño, hasta cuando realmente rasgaremos nuestro corazón y no nuestras vestiduras, hasta cuando lloraremos por su presencia aquellos que ministramos para que el pueblo se vuelva a Jehová, la tarea nuestra es morir y entonces el vivirá en nuestras vidas, ministerios y llamados. Cuanto necesitamos un despertar líder, pastores y miembros, ¿Por qué hablamos de un evangelio que no es realidad en nuestros pulpitos?, será que estamos desconectados de la fuente principal y hemos cavado posos y cisternas que nada producen, preocupémonos por predicar un evangelio que seamos capaces primeramente de vivir nosotros mismos, modelemos el evangelio que queremos predicar.

Hagamos nuestra parte pueblo de Dios, solo así Dios ara la suya y viviremos un evangelio que impacte naciones, comunidades, vecindarios y ciudades; que se vuelva a decir del cristianismo “estos que trastornan la ciudad también han llegado aquí”. Bendiciones familia comparte con alguien y suscríbete para en devocional diario, gracias.

Por Tema
Featured Posts
Reciente
Otros
bottom of page