¿CUAL DEBERÍA SER NUESTRA REACCIÓN FRENTE A LA TRAMPA?
Salmos 25: 15 “mis ojos están siempre en el señor pues solo él puede sacarme de la trampa”
Es muy fácil concentrarse en el dolor cuando el dolor parece ser lo único real que tenemos, es muy sencillo perder la concentración en algo o en alguien si con trucos se nos provoca a desconcentrarnos, sabes cada cristiano todos los días esta expuesto a esta realidad, el enemigo pondrá muchas trampas de diferentes maneras, trampas de dolor, de depresión, angustia y etc.
¿Cuál será nuestro reto?, si el reto de satanás es mandar trampas a cada paso que demos, el nuestro será no fallar no caer, y si ya caímos, el salmista David había descubierto como salir de la trampa aun cuando su pie ya estaba entrampado, ahí donde parece que ya no hay solución y que la desesperación y el dolor es lo única realidad que parece quedarnos. El salmista decía:” yo mantendré siempre mi mirada en el Señor, porque él es el único que puede sacar mi pie de la trampa”. Entonces la concentración debe estar fija no en la trampa que probablemente ya nos casó, sino en Dios que puede sacarte de ella.
¿Cuál es la trampa en la que has caído?
Una trampa es algo en lo que caes por accidente, por desconocer la intención de alguien, por desconocer el ataque. Es algo similar a la tentación, es aquello que no buscas, sino que te busco y caíste en esa trampa sin planearlo, no es aquello que te agrada y que se busca, aun sabiendo que es malo.
Después de determinar si hay trampas en nuestra vida y si estamos en una de ella, nuestra siguiente paso es fijar los ojos no en el dolor , no en lo difícil, no en los comentarios que escuchamos, no en la realidad que nuestros ojos materiales ven, sino en la realidad de Dios y mantenernos firmes en esa esperanza real y no visible a los ojos naturales, no será fácil ,claro que no; imaginas lo doloroso que es meter el pie en una trampa la reacción humana es gritar de dolor, poner la mirada en el pie entrampado he inmediatamente tratar con tus propias manos de salir librado, cuando así asemos dos cosas ocurren y no nos benefician en nada.
# 1. quitamos la mirada de Dios para concentramos en la situación y a consecuencia terminamos mutilados tratando de escaparnos por nuestra cuenta.
#2. Fallamos en la prueba de concentración en Dios, y terminamos vencidos.
Entonces la concentración de toda nuestra energía, alma, mente y corazón debe sobreponerse a la situación y a la trampa, para que de esa manera venga el auxilio, quitar la mirada del maestro no solo te hunde en el mar que aparentemente dominas con tu experiencia, sino que puede terminar con tu vida espiritual y con tu llamado, así que, aunque duela la trampa y te hundas por un breve momento aun puedes ser rescatado, siempre y cuando tornes tu mirada al maestro. Bendiciones familia de Dios comparte con alguien y suscríbete para un devocional diario, gracias.