De azadones y hoces, a espadas y lanzas.
Joel 3:10 “Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: fuerte soy”
Los azadones y las hoces eran dos herramientas de metal que se utilizaban los campesinos para hacer trabajos en la tierra, para abrir la tierra y sembrar la semilla y para cortar, eran exclusivamente para trabajos de la tierra, no servían para usarse como espadas y menos como lanzas en una guerra, pero Dios le dice al pueblo por medio del profeta Joel: forjad o en otras palabras hagan, conviertan los azadones y las hoces en espadas y lanzas.
Para que eso ocurriera, significaba que ellos tenían que tomar una decisión personal de procesar sus herramientas de agricultura en espadas y lanzas, nota que Dios no dice y “yo forjare de sus herramientas espadas y lanzas”, no el los manda personalmente a forjarlas a ellos, serian ellos los que debían meter esas herramientas de metal al fuego y darles una nueva forma, para que posteriormente les sirvieran de armas de guerra, lo que antes era herramienta de siembra si ellos aceptaban y seguían las instrucciones de Dios pasarían a ser ,armas de ataque ,victoria y conquista.
La segunda instrucción que seguir, era que cambiaran su lenguaje, su forma de hablar, Dios quería que comenzaran a hablar victoria, quería que hablaran al nivel del arma que estaban forjando, de otra forma de nada serviría una espada y una lanza en mentalidad de agricultor, en mentalidad de débil, de nada servirían las armas de conquistadores en mentes débiles.
Que nos ensena esto, en primer lugar, que hay cosas que solo nosotros podemos forjar en nuestra vida, que hay cosas que solo tomaran un rumbo mayor si hacemos uso de nuestro derecho de decisión personal, nosotros deberemos meter al fuego algunas cosas y darles otra forma para que de esa manera salgamos de la situación en la que estamos, sea cual sea, y en segundo lugar aprendemos a que nadie nace fuerte y fuerte todo es un proceso y el fuego es esencial en el proceso de crecimiento, avance y conquista. No olvidemos que, en nuestro trabajo de crecimiento espiritual, y demás áreas, hay una parte que Dios hace y otra que espera que nosotros la hagamos, escudriñemos que es lo que necesitamos forjar nosotros en nuestra vida y también que necesitamos comenzar a declarar. Bendiciones familia comparte con alguien.
