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¡Cuidado Simón no te familiarices tanto, tu también deberías quebrar tu alabastro!



lucas 7:47 “Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama”.

Este pasaje tiene habla de dos deudores, uno que debía poco y otro que debía mucho, el que debía mucho tipificara o tomara el lugar de una ramera que le lavo los pies al maestro en casa de Simón, y el que debía mucho tomara el lugar de Simón el anfitrión de la casa en la que Jesús fue enjugado por aquella pecadora. Simón guzgo ligeramente a Jesús y a la mujer pecadora, a lo que Jesús le cuenta una historia de dos deudores y luego le hace una pregunta mientras la mujer le lava los pies y le dice, simón ¿de los dos deudores quien crees que agradeció más? Obviamente dijo Simón, pues al que se le perdono más, entonces Jesús le dice correcto, entonces no Juzgues a esta mujer porque ella simplemente me agradece mas y me ama más. La pregunta es ¿Quién, en el mundo entero después de que Adán peco debe poco delante de Dios?, ¿Quién, se considera poco deudor de la muerte de Cristo?

Cuantas veces por juzgar a la ligera a otros hemos olvidado que delante de Dios todos somos culpables y que todos merecemos el infierno, pero Dios otorgo el perdón pagando un solo precio para todos, de manera que la gratitud debe de ser la misma, no importa si nacimos en un hogar cristiano y si por el contrario salimos de los vicios, homicidios, homosexualidad, robo o brujería y etc. Si el precio fue el mismo todos debemos lo mismo, no importa el grado de pecado ni la forma en que pequemos, deudores somos delante de Dios, más si aceptamos su perdón aceptando el rescate y el precio de nuestra deuda por medio de Jesús, entonces somos perdonados de toda deuda, la pregunta entonces seria, ¿si somos cristianos perdonados, porque somos tan desagradecidos y tan poco expresivos delante de quien pago nuestra deuda?, ¿si nos consideramos mejor que otros y menos pecadores, porque somos tan irreverentes como Simón?.

Simón se consideraba mejor, pero en realidad era el peor, pues se había relacionado y familiarizado tanto con Jesús, que le había restado valor, tener a Jesús en su mesa era menos que interesante, pues no le dio la cortesía que a otra persona común sin duda le hubiera ofrecido, ya que era un hombre importante y que un hombre importante tuviera fama de descortés entre aquella sociedad no creo que fuera algo que simón quisiera tener, pero así sucede cuando no tenemos cuidado y pasamos tiempo cerca del maestro y en la iglesia, podemos llegar al punto ser irreverentes y descorteses, podemos llegar a quitarle valor a alguien tan valeroso como nuestro maestro y su sacrificio vicario.

Familiarizarnos con el maestro es bueno, invitarlo a morar en nosotros es lo que mas el anhela, pero no te vuelvas descortés y desagradecido, nunca te familiarices tanto como para faltarle el respeto, es cierto que tenemos el privilegio grande de ser hechos Hijos de Dios, pero mantengamos nuestra postura, porque también él es, Rey de reyes y Señor de señores. Muchos hemos olvidado eso y por eso estamos como Simón, no solo en comportamiento sino también nos hemos concentrado tanto en la maldad de otros que hemos olvidado nuestra propia maldad, y que también se nos perdono por el mismo precio y que somos de igual manera injustificables delante de Dios por nuestra propia cuenta, lo único que sucede es que otros pecan de diferente manera y también sucede que otros llegaron mas lejos en su pecado y se tardan más en reconocer y aceptar el precio del perdón, pero delante de Dios todos tenemos el mismo motivo para quebrar nuestro alabastro. Bendiciones familia.

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